Por: Rita Isabel Cuando las vi, al cambiar la ropa de cama del colchón, no dije nada. Pensé que era la única que lo había notado; pero cuando mi hermana me habló del polvo de estrellas, supe que no podía ser otra cosa. Abuela tiene noventa y seis años. Es un poco prematuro, (cuatro añosSigue leyendo «Origen (En Ocaso de Flores Polvo de estrellas)»
