Epifanías y silencios con Ocaso y Quinteto

Por Rita Isabel

Silencios [divagaciones]

El día 13 de cada mes siento la necesidad de escribir; pero como la palabra[lenguaje] antes de decir, hacía a veces la experiencia se impone y me lleva lejos de esta mesa de tope de cristal en la que escribo. Así fue el 13 de enero de este año par, que comienza caleidoscópico. En el 2023 festejamos la primera década de Libros Pasajeros y como la vida es un continuo, y el tiempo un abrir y cerrar de ojos, la celebración se extiende o se expande, salpica o repica en los primeros días de esta segunda década.

Así comencé este escrito el 14 de enero y el hacer, nuevamente, me alejó del teclado. Hoy le doy continuidad, en este domingo veintiocho de este enero de dos estaciones (una de redondo alegre, otra de espirales en contra del reloj), en este año bisiesto en el que recuerdo que hace 25 años, caminando por el casco urbano de Bayamón, llegué hasta el colegio en el que comenzaría a ejercer la profesión que mi abuela siempre quiso alcanzar: maestra. Escribo desde la mesa ovalada en casa de abuela junto a su compañía y de la de mi sombra. Aunque no era de mi transitar como educadora de lo que deseaba escribir, no puedo evitar evocar y sonreír.

Aquellos primeros meses, y únicos, en los que estuve en un salón de clases de una escuela convencional enseñé Historia de Puerto Rico, así con mayúscula. Luego, en ese mismo año, llegué al espacio que sería mi transitar como educadora: un ambiente Montessori de Erdkinder. Ha llovido torrencialmente desde aquel Monacillo montessoriano, luego continué ese viaje desde Río Cañas en un ambiente de Casa de niños, del que salté (con toda la energía creativa de una joven adulta que creía que las utopías eran realizables) a Humacao, nuevamente, a un ambiente de Erdkinder que dos años después se enclavaría en mi casita, en mi monte, acá arriba en La Mesa… y llegó el día en el que le puse punto final a lo que pensé que sería un para siempre. A ojos ciegos la vida me llevó a Yabucoa, esa experiencia amplió mi visión de vida y me enraizó a la realidad. En el 2019 recogí velas para dedicarle más tiempo a estas letras pasajeras y a mi familia. Regresé, veinte años después, al ambiente Montessori de Erdkinder en el que comencé este peregrinar de aprendizaje como educadora…  Pero pongo punto final a este divagar para escribir de lo que deseo compartir.

Epifanía con Quinteto y Ocaso

Hay palabras que hacemos nuestras, que nos marcan, acompañan y guían. Palabras que son festejo, tradición viva y con su uso sentimos que nos llenan de trascendencia o nos llevan a trascender. Epifanía es una de MIS palabras. Como puertorriqueña la época navideña es festejo que se prolonga. A tres, casi dos, años de cumplir medio siglo siento que esa época para mí es Gratitud, reCuento y Epifanía. La festividad que espero con mirada al infinito buscando los tres puntos luminosos que me recuerdan que se están acercando los Tres Santos Reyes es la víspera y el día de Epifanía. Me gusta ser su emisaria ponerme una corona de cundiamor (cundeamor) y regalar: oro, incienso y mirra que trasmutan en libros y en productos de artesanos boricuas.

Este año gracias a “Yo sé quiénes son” del Quinteto viajero con trayectoria búmeran y sobre todo a Ocaso de Flores anduve con la corona de enredaderas hasta el 13 de enero. Ese día Sara, Rafael y yo con coronas de cundiamor pasamos a ser Melchor, Gaspar y Baltasar y con ello se nos reveló la esencia de la Epifanía. Salimos de nuestro monte camino al sector Los Panes del barrio Beatriz en mi Caguas, a recoger a “Yo sé quienes son” que desde el 13 de septiembre acompañaba al grupo C.A.S.A. de la biblioteca comunitaria. Gratitud infinita para ese grupo de mujeres extraordinarias que dejaron su sabiduría y creatividad estampada en el Quinteto viajero.

De ese otro monte, (parece que los Tres Magos de Oriente, al igual que las cabras tiran pa’l monte) salimos rumbo a Barranquitas. En el camino Sara y yo recordábamos, para afirmar nuestros afectos a esa ruta serpentina, nuestros viajes anuales a la cuna de los próceres. Todos los años Barranquitas nos recibía en julio en la feria de artesanía o cuando viajábamos a visitar los parajes de la niñez y adolescencia de mi familia paterna: Orocovis y Barranquitas. Pero hubo un año que las visitas fueron mensuales, pues nos acogía, un fin de semana al mes, en la que fue la Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón al lado de El Cortijo.

En ese evocar afectos llegamos a su plaza de recreo para luego seguir la ruta serpentina hasta la casita, como ella le llama, de Ariana Muñoz que es llegar al terreno de su familia. El propósito del viaje era entregar un Ocaso de Flores a Ariana. Pero la familia Muñoz nos agasajó con su alegría de campo adentro: profunda, genuina y esplendente. Y fue la familia quien se engalanó con las coronas de los Tres Santos Magos de Oriente y compartieron su oro, incienso y mirra. Un arroz con pollo con sabor a tradición, lágrimas de monte para Rafael y chinas sabrosas, además de un abrazo múltiple que nutre. El 13 de enero fue un día de redondo alegre y cundeamor. Gracias a Rafael y Sara por acompañarme en ese viaje peregrino de Epifanía, gracias a las hermanas Ariana y Diana, que junto a su familia nos acogieron en nuestro Barranquitas.

Regreso…

¿Qué ha sucedido luego que bajamos el monte barranquiteño para regresar a nuestro monte y subir y bajar, bajar y subir?

Prometo, tan pronto me robe unos minutos de estos días ajetreados, contar qué dicen algunos de los primeros lectores de Ocaso de Flores, reseñar la premiación de Tiburón, novela de la autoría de J. A. Zambrana que edité, y que ganó el primer premio nacional en Creación del Certamen literario del Instituto de Literatura Puertorriqueña y sobre todo compartir qué ha pasado con los cinco ejemplares del Quinteto viajero con trayectoria búmeran. Adelanto que ese quinteto se resiste a regresar y prolongamos el viaje hasta el 31 de enero. Vamos a ver si regresan.

Por cierto, en estos días Wikins Román Samot me entrevistó, por aquí les dejo el enlace a la entrevista: https://elpostantillano.net/index.php?option=com_content&view=article&id=33916:rita-isabel-collazo-vazquez-nuestra-entrevistada&catid=293:cultura&Itemid=1002

Gracias por leerme.

           

Publicado por Libros pasajeros

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