En pocas palabras: Tiburón en El Candil

Por: Rita Isabel

En pocas palabras: Comparto lo que sientopienso de lo que leo, pero en esta ocasión comparto una experiencia literaria.

El pasado sábado primero de junio trazamos ruta hacia al sur, rumbo a la librería El Candil en Ponce, para presentar Ocaso de Flores y luego Tiburón.  Fue una tarde literaria y de cambio de sombreros: primero con el sombrero de lectora que a veces escribe, acompañada del editor de Ocaso de Flores; luego con el sombrero de editora acompañando a Jesús A. Zambrana autor de Tiburón. Sara nos acompañó a ambos en esta gestión literaria. Si desean ver ambas presentaciones, pueden visitar las redes sociales de El Candil.

En este domingo de junio comparto el escrito que leí para dar paso a la presentación de Tiburón.

Dice Eduardo Galeano: “Quien nombra, llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando”.

Hoy no necesariamente fuimos nombrados para acudir hasta El Candil sin cita previa, pero un título nos atrajo: Tiburón. Al pronunciar ese título, además de pensar en un político muy particular de nuestra isla, inevitablemente evocamos la película de terror y suspenso de los años 70 del siglo pasado o tarareamos el coro de Tiburón, que buscas en la orilla, tiburón, pero sobre todo nombramos y al nombrar llamamos a Jesús Adrián Zambrana Rodríguez, J. A. Zambrana.

Dicho y pensado… si me dejo llevar por experiencias previas, lo inevitable es que escuche, como pasó en la Feria Anual del Libro en Caguas: ¿Quién es Zambrana? Admito que responder a esa pregunta con Jesús a mi lado era como intentar dar la respuesta a un acertijo obvio, sobre todo porque la pregunta nacía de la mirada curiosa al bloque de papel y tinta que es Tiburón y la ficha informativa en la que se podía leer: Premio Nacional del Instituto de Literatura Puertorriqueña. Me vi tentada, en ese momento, a responder lo obvio: el autor de Tiburón, pero opté por señalar a Zambrana y dejar que fuese él quien dijera quién es.

En esta tarde repetiré la fórmula y dejaré que sea Jesús quien se presente. Mas antes de pasar la palabra al autor de Tiburón, hablemos de esta novela política y de los libros que la preceden: El sonido de la ausencia y Simplemente Cándido.

El primer libro de Zambrana pertenece al mismo “universo”, a la misma dimensión literaria de Tiburón, los personajes principales de El sonido de la ausencia, que es una novela contada en cuentos, son personajes secundarios en Tiburón, y, aunque no es una secuela, es en Tiburón que el lector comprenderá cómo o por qué Ignacio, el protagonista de El sonido de la ausencia muere tantas veces a través de la novela, pero, al final está vivo, como Travolta en “Pulp Fiction”.

Su segundo libro Simplemente Cándido es una colección de treinta cuentos y una ñapa, que nacieron de ensayos y críticas que inicialmente publicó en su blog jazambrana.com; y luego se transformaron en cuentos con diversas voces y técnicas narrativas. Casi todos tienen un protagonista en común, que presenta su opinión de la vida, desde las posturas más antipáticas y políticamente incorrectas. Es un homenaje al Cándido o el optimismo de Voltaire, pero, en la era de la Internet y la “posverdad”.

Con estos dos libros Zambrana, abogado y notario, se insertó en el ambiente literario y con Tiburón se enraizó en el terreno fecundo de nuestra literatura puertorriqueña. Como editora de Tiburón soy testigo del desafío que fue para Jesús retratar la actualidad del siglo XXI en estos vertiginosos años de pandemia e inestabilidad social en los que la realidad parece superar a la ficción.

Compartiré un fragmento del laudo que recibió como Primer Premio en la categoría de Creación del Instituto de Literatura Puertorriqueña. Laudo que escribió el Dr. José Luis Vega poeta y actual director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y cito: Con elementos de crónica política y social, de novela en clave, de sátira feroz, la obra dibuja los posibles contornos de un narcoestado boricua presidido por el carisma, la drogodependencia, la corrupción y la libido del protagonista. Escrita en una prosa urgente, ágil, rica en referencias a la cultura pop anglosajona, particularmente a la música, matizada de humor, cinismo y puntuales observaciones sobre el entorno social -como las que aventura en torno a la cultura woke, a la que otros autores de su generación rinden tributo-, el autor hace un notable esfuerzo por no extraviar a su lector ideal y conducirlo con éxito desde el “Prólogo” hasta el Epilogo», donde lo felicita por le proeza de haber «sostenido entre sus manos, por tanto tiempo, este ladrillo de papel y palabras». En pleno imperio de la cultura digital y la comunicación fugaz, Tiburón es una apuesta a las reservas del libro impreso y las ceremonias gozosas de la lectura.

Me honra ser parte de esta apuesta a las reservas del libro impreso y las ceremonias gozosas de una lectura de más de 700 páginas. Sin más escuchemos al autor de esta crónica de las primeras décadas del siglo XXI y radiografía de los movimientos sociales de actualidad desde la realidad puertorriqueña. Escuchemos a Jesús Adrián Zambrana para saber quién es. Advierto, (como él hace en sus libros): lo que están por oír rompe irreverentemente con los convencionalismos de las presentaciones de libros.

En pocas palabras: Es la segunda vez ¿o tercera? que menciono a Tiburón, a Simplemente Cándido y a El sonido de la ausencia en «En pocas palabras» ojalá que esto anime a quien me lee a querer sumergirse en la lectura de estos tres libros.

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Publicado por Libros pasajeros

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