Un comentario en “AQUÍ RESIDE UNO DE LOS 12 EJEMPLARES DE «COMO SEMBLANZAS O SEIS RELATOS PASAJEROS»”
En la noche del jueves (31 de octubre de 2013), un cómplice lector me comentó que justo ese día pasó por la Biblioteca Dr. Pedro Albizu Campos de Caguas para leer el libro. Y se topó con la sorpresa del 8vo. Festival de la Lectura. Era su tercer intento para leer el libro en la biblioteca; la primera vez que lo intentó el libro todavía no estaba expuesto al público, la segunda no contaba con el tiempo suficiente. Así que a la tercera fue la vencida, ese día leyó el libro. Me comentó que lo que más disfrutó fue la lectura de A modo de epílogo (lo que debió ser un prólogo). Mas se lamentó que el segundo escrito de esta parte tuviera una página al revés y otras de difícil lectura por una mala impresión. Le comenté que estamos conscientes del desperfecto humano y técnico; pero no pudimos arreglarlo. Sin embargo, aproveché y le invité a leer en el blog —en Guardarrayas difusas— el epílogo/prólogo del libro. Por este medio me disculpo por la imperfección e invito a todos los lectores —del libro que habita libremente en la Biblioteca pública de Caguas— que lean A modo de epílogo (lo que debió ser un prólogo) aquí. Y todo aquel que conoce del proyecto y se esté preguntando si vale la pena llegar hasta Caguas para leer el libro, esos escritos pueden servir para que desista de la idea o para animarse y llegar hasta la biblioteca y disfrutar la lectura de Como semblanzas o seis relatos pasajeros.
Libros Pasajeros 
En la noche del jueves (31 de octubre de 2013), un cómplice lector me comentó que justo ese día pasó por la Biblioteca Dr. Pedro Albizu Campos de Caguas para leer el libro. Y se topó con la sorpresa del 8vo. Festival de la Lectura. Era su tercer intento para leer el libro en la biblioteca; la primera vez que lo intentó el libro todavía no estaba expuesto al público, la segunda no contaba con el tiempo suficiente. Así que a la tercera fue la vencida, ese día leyó el libro. Me comentó que lo que más disfrutó fue la lectura de A modo de epílogo (lo que debió ser un prólogo). Mas se lamentó que el segundo escrito de esta parte tuviera una página al revés y otras de difícil lectura por una mala impresión. Le comenté que estamos conscientes del desperfecto humano y técnico; pero no pudimos arreglarlo. Sin embargo, aproveché y le invité a leer en el blog —en Guardarrayas difusas— el epílogo/prólogo del libro. Por este medio me disculpo por la imperfección e invito a todos los lectores —del libro que habita libremente en la Biblioteca pública de Caguas— que lean A modo de epílogo (lo que debió ser un prólogo) aquí. Y todo aquel que conoce del proyecto y se esté preguntando si vale la pena llegar hasta Caguas para leer el libro, esos escritos pueden servir para que desista de la idea o para animarse y llegar hasta la biblioteca y disfrutar la lectura de Como semblanzas o seis relatos pasajeros.