Por Manuel A. Santos Collazo
- En un cuarto de tres camas:
Despertó sobresaltado en su habitación de la “resi”. Los viernes son libres, se tranquilizó. Recuerdos de la noche anterior le llegaron de golpe y atormentaban su mente. Así que no fue un sueño. Agitó su cabeza tratando de borrar esas imágenes y miró la hora en su celular: 8:05a.m.; solo había podido dormitar. Se levantó y miró las otras dos camas vacías con recelo; necesitaba contárselo a alguien. Se vistió y bajó al “lobby” lo más rápido que pudo.
Continuará…