Por Sara Angélica Santos Collazo
Fue en septiembre de 2013, en el Barrio La Mesa de Caguas Puerto Rico, cuando 16 conspiradores crearon a Como semblanza o seis relatos pasajeros. La idea: libros para ser compartidos, intervenidos y permitirles ser viajeros. Seis años después, en el 2019, los libros gozan de “autonomía y vida propia” como describe su autora Rita Isabel Collazo Vázquez, por ello, celebrando la metamorfosis de Como semblanzas o seis relatos pasajeros, que ahora es solo Pasajeros, haremos una recopilación de runrunes (rumores) y otros hechos del proyecto.
Se cuenta que el concepto se venía maquinando en la mente de su autora desde 2009. La primera entrega de 12 libros consistió en una caja envuelta en papel periódico y el esqueleto de una hoja en la portada. Tan pronto se abría se encontraba el ejemplar con instrucciones de lectura. Y así daba inicio el viaje. Para seguir el rastro de los 12 libros se creó la página www.librospasajeros.com, reforzada con el correo electrónico librospasajeros@gmail.com y Twitter. Se esperaba que los que recibieran el libro compartieran su experiencia de lectura y soltaran el libro a su siguiente viaje.
Para Rita Isabel “el libro ha evolucionado, se ha transformado sin dejar su esencia atrás; como tradición viva que se renueva y se transgrede a sí misma para trascender y perpetuarse, multiplicándose caleidoscópicamente. Y a pesar de que el libro como objeto, tangible y palpable, pueda parecer una especie en peligro de extinción, la idea del libro-objeto, libro intervenido, libro del artista, libro como objeto de colección, libro cartonero, libro artesanal, arte del libro, libro como libro, libro con papel, libro-obra… persiste, permanece, perdura de manera airosa.” Así que henos aquí.
Fue un trabajo experimental pensado para que se exploraran otras formas de interacción con el objeto libro como una artesanía, un artefacto interactivo y manipulable, con textura. Desde que sostienes la caja se percibe la sensación áspera de cartón con papel periódico que contrasta con la aspereza frágil de la hoja seca que adorna su cubierta. Una vez expuesto su interior te encuentras con los tres tomos y las instrucciones que te exhortan a disfrutar el texto como desees. Es aquí donde la experiencia comienza a transformarse, porque ya no tienes que ser solo el lector, sino que pasas a ser un colaborador. Fuiste invitado a aportar en su contenido, a dibujar, dialogar y cuestionar en él o con él. Está preparado para que el lector/colaborador deje su huella, como el sello de un pasaporte, la marca de por donde estuvo. Por eso es tan importante la interacción con el libro.
Nuestro experimento, según las fuentes confirmadas, ha llegado hasta Argentina, Chile, Italia, España, Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. También fue reseñado por el periódico Metro de Puerto Rico y en el semanario Claridad por la Asesora de Comunicación Escrita, Luz Nereida Pérez, quien dijo que “todo el proyecto podría sustentarse bajo el leitmotiv del primer relato: ni el tiempo ni la distancia serán suficientes para olvidar nuestro casual o causal desencuentro.”
El libro atrapa. Personas que no viven en Puerto Rico se imaginaron la Isla vivamente, se identificaron, se situaron y se transportaron a un Puerto Rico de realismo mágico o de realidad fantástica: “ahora tengo más imágenes gracias a su libro” mencionó una de las lectoras desde Argentina. Dicen algunos lectores que el libro “inspira y despierta pasiones, es terapéutico”. Y su lectura no se da como algo instantáneo. Se rumorea que hay veces que hay que dejar el libro reposar en la mesita de noche hasta que se sienta el llamado a leerlo. Una lectora lo comparó con el juego de Jumanji: cuando llama hay que jugarlo, leerlo, intervenirlo. Otros lectores, tan pronto lo abrieron, se quedaron prendados hasta terminarlo. Una profesora de la Universidad de Puerto Rico nos contó que “Llegué a casa el miércoles después de clase y cometí el error de echarle una mirada, mientras ponía mis cosas en el escritorio…pasaron 3 horas antes de que pudiera despegarme del libro, me leí los primeros dos tomos parada, cansada y con hambre, pero no podía parar, lloré, me reí, y disfruté como en un trance…” Pero no hay prisa, es un proceso y se trata de encontrar el momento preciso. Así operan los asuntos “efímeros y pasajeros”.
Como todo experimento y luego de seis años de proyecto nos toca reflexionar sobre el alcance que tuvo y las áreas para mejorar. El proyecto cumplió su propósito: viajar y ser libre. En el caso de la página web tendría que reorganizarse hacia un nuevo propósito informático más allá de seguir el rastro de los libros pasajeros. Por ahí se avecinan nuevos proyectos, Pasajeros incluido, que le darán nueva vida al blog o como diría la Ritabel… “posibilidades caleidoscópicas”.
Para concluir este breve repaso de la experiencia con los Libros Pasajeros, los dejo con la reflexión y palabras de la autora.
“Desde la partida del primer ejemplar el viernes, 13 de septiembre de 2013 el proyecto tuvo vida propia. Me siento agradecida con el junte tangible e intangible que ha generado cada libro viajero. Como lectora que escribe ha sido de mucha reflexión recibir las reacciones de los lectores, seguir el rastro de los libros, ver a los sitios que ha llegado… sobrecoge. El viaje (la vivencia) fue como un proceso de edición, no convencional, para dar paso a un libro tradicional (con toda la belleza que posee esa palabra etimológicamente y que no se aleja de cómo se gestó Pasajeros que es un libro distinto). Por otra parte, Libros Pasajeros aún tiene muchos juntes que convocar… El blog ha mutado… Ya el eje que lo sostiene no es seguir el rastro de los ejemplares de los libros. Aún no se define por completo. Hasta acogió el festejo de la No Década de Calamity (banda puertorriqueña de “heavy metal”). Creo que mutará continuamente, pero seguirá siendo el hogar de los libros viajeros, de los Libros fósforos, libros que encienden, de la Colección Pasatiempo, de Pasajeros y de todo lo que se publica los días trece de cada mes o cuando se saca tiempo del destiempo. No sé qué rumbo seguirán los ejemplares de Como semblanzas ni cuál será la acogida a Pasajeros. Ya veremos…”

