Señor Ojos

Por: Rita Isabel (Titi Rita) A Bernardo Andrés cuando aún no respondía a Berny El rostro del señor Ojos se iluminó con la llegada de la querida tía postiza. El niño parlanchín, con tres años de edad, abrazó enérgicamente a la tía, una amiga entrañable de la familia. Ambos cruzaron sus miradas pícaras y sonrieronSigue leyendo «Señor Ojos»

Coral

Por: Rita Isabel a la sietemesina Antonia(mi abuela) Ambas compartían el mismo nombre y sentían una gran predilección por el azul. Por eso, cuando la nieta preguntó, la abuela respondió con un tejido de palabras. En uno de tantos comienzos, cuando se existe pero no se es… Una minúscula partícula de existencia, que podría ser,Sigue leyendo «Coral»

A manos llenas

Por: Rita Isabel Al pequeño Carlin (mi padre)           Mirabas perplejo tus manos vacías, sobre todo tu mano derecha totalmente desnuda. Inicialmente habías insistido, reclamado, exigido, increpado. Luego lo habías pedido por favor, habías suplicado, angustiosamente implorado y a fin de cuentas: nada. Más adelante, le seguiste hasta el cuartel conSigue leyendo «A manos llenas»

Sin fin

Por: Rita Isabel           Disfruto escribir; sin embargo en compañía de un pelotón de aprendices de escritores y a instancias de un profesor autor, a veces, percibo la escritura como una tortura o pesadilla. Si la instancia viene acompañada de un límite de tiempo y con el requisito de leer enSigue leyendo «Sin fin»

Huellas

Por: Rita Isabel En el patio una docena de niños: un trío de cuatro años de edad, un dúo de seis, un cuarteto de cuatro, otro dúo pero de cinco y uno de tres, disfrutaban. Once en círculo y uno en el centro como una bolita a la espera de elegir y actuar como animal.Sigue leyendo «Huellas»